
Surge entre montañas la voz pura de la sierra
Una nueva opción
Andres Timoteo M. /El Mundo de Orizaba
México 18 de mayo, 2008
Cumple un año de transmisión desde Santa Marta, Mecayapan, conducida por indígenas
Surge entre montañas la voz pura de la sierra
El Mundo de Orizaba
Mecayapan. Ni rebelde ni clandestina, la radiodifusora Amay- Igoltokniwan (la voz pura de la sierra) que desde hace un año opera en la región nahua-popoluca de la Sierra de Santa Marta, es una alternativa ante la exclusión de algunos medios de comunicación comerciales que ignoran al indígena y lo condenan a un aislamiento informativo.
“Es también una forma de resistencia a la Ley Televisa cuya voracidad busca matar a los medios comunitarios”, agregan los creadores, operadores, locutores y promotores de la radiodifusora, en su mayoría estudiantes de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI).
Ubicada en el cuadrante 102.5 de Frecuencia Modulada (FM), gracias a las maniobras de los jóvenes universitarios y con apenas 90 vatios de potencia que “a veces sólo llega a la mitad pues la antena que tenemos es muy chafa todavía” - comentan casi apenados los estudiantes-, Radio Amamaloya como también se le conoce la comunidad donde se ubican sus instalaciones, tiene a sus radioescuchas en los principales poblados de habla nahua, popoluca, zapoteco y chinateco de la zona.
Además de ser creación y estar operada por estudiantes que son menores de 22 años, la segunda peculiaridad de la estación radiofónica es que todos los pobladores pueden colaborar no sólo sugiriendo la programación sino convirtiéndose en conductores de sus espacios musicales e informativos.
De esta forma, amas de casa y campesinos puede acceder a los micrófonos para realizar conducciones de las barras musicales y ayudar a la difusión recados, consejos y opiniones útiles para la población rural. Claro, con previo adiestramiento de cómo manejar la mezcladora electrónica, la única computadora que poseen y el sistema de audio y micrófono.
El 25 de de febrero, La voz pura de la sierra, cumplió el primer año de transmisiones desde una improvisada cabina instalada en un pequeño cuarto prestado en la casa que alberga el Comisariado Ejidal de Amamaloya. En el techo del edificio se instaló una antena de 15 metros que destaca sobre el resto de las casitas del lugar.
La propuesta para tener un medio de comunicación alterno a las radiodifusoras comerciales, a las cadenas de televisión y a los periódicos que rara vez llegan a la sierra, fue madurada desde finales del 2006 por estudiantes de la licenciatura de Gestión Intercultural que ofrece la UVI en la denominada Región Selvas.
El tener una radiodifusora comunitaria comenzó en realidad una actividad extra-escolar, explican los estudiantes, y para ello se consultó a los pobladores de las comunidades del lugar “por donde comenzó a viajar nuestra voz, recorriendo la sierra”.
Hasta el momento, la UVI permanece al margen de la operación de la radio, y el apoyo inicial se obtuvo de la Red de Radios Comunitarias de Oaxaca y del Comité de Defensa de los Pueblos Indígenas Nahuas y Popolucas Nuntajiyi (lengua en popoluca).
El aire es de todos Pablo Ramírez Manuel, estudiante y habitante de la comunidad Amamaloya, sale al paso de los calificativos de “radio clandestina o rebelde”, como se le ha querido endilgar porque afirma que la actual Ley Federal de Radio y Televisión, permite realizar transmisiones “de prueba” mientras se obtiene el permiso o en su caso, la concesión.
Haciendo uso de esta “rendija legal”, cada treinta minutos se difunde al aire un spot que reza: “iniciando una transmisión de prueba” y así, han acumulado un año de transmisión “sin caer en la ilegalidad”.
“Sabemos que nunca nos darán un permiso ni mucho menos concesión, salen carisímos además de el gobierno federal nunca dará ese beneficio pues solo actúa en función de los intereses empresariales, no de los medios comunitarios ni populares”, acota.
Sin embargo, para los pueblos originarios, “no hay límites fronterizos en el aire- por donde corren las ondas hertzianas-, y el aire es de todos”, justifica Hilario Gómez Martínez, originario de Huazuntlan y otro de los responsables del proyecto.
En la programación de Radio Amamaloya, la cual en su mayoría es musical, destaca la barra informativa y de opinión que se transmiten de las 16 a las 18 horas de lunes a viernes.
De esta manera, se difunde un noticiero regional enlazado a las radiodifusoras de la Red de Radios Comunitarias de Oaxaca – transmitido en popoluca, nahua, zapoteco y chinanteco- y el programa El Migajón con música llamada alternativa, que va desde el rock y el jazz hasta el blues, regee, regatón y hip hop pues “los jóvenes indígenas también lo escuchamos y es un error que afirmen que no sólo preferimos la flauta y el tambor como muchos suponen”.
Resistencia contra Ley Televisa
Otro de los programas más escuchados es Todos contra el gobierno, que comenzó a transmitirse como una medida de resistencia frente al “asalto” que las grandes televisoras y cadenas de radio quisieron propiciar a los medios comunitarios con la llamada Ley Televisa En Todos contra el gobierno se documentan casos de los problemas locales como la carencia de agua potable, la deforestación, la migración, los jóvenes y la sexualidad, entre otros, pero también funciona como un espacio de reflexión, con micrófono abierto, para opinar de temas como el derecho a la información, a la comunicación y la libertad de prensa.
El objetivo es hacer que la comunidad defienda a Radio Amamaloya como medio para transmitir la voz indígena.
Una nueva opción
Andres Timoteo M. /El Mundo de Orizaba
México 18 de mayo, 2008
Cumple un año de transmisión desde Santa Marta, Mecayapan, conducida por indígenas
Surge entre montañas la voz pura de la sierra
El Mundo de Orizaba
Mecayapan. Ni rebelde ni clandestina, la radiodifusora Amay- Igoltokniwan (la voz pura de la sierra) que desde hace un año opera en la región nahua-popoluca de la Sierra de Santa Marta, es una alternativa ante la exclusión de algunos medios de comunicación comerciales que ignoran al indígena y lo condenan a un aislamiento informativo.
“Es también una forma de resistencia a la Ley Televisa cuya voracidad busca matar a los medios comunitarios”, agregan los creadores, operadores, locutores y promotores de la radiodifusora, en su mayoría estudiantes de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI).
Ubicada en el cuadrante 102.5 de Frecuencia Modulada (FM), gracias a las maniobras de los jóvenes universitarios y con apenas 90 vatios de potencia que “a veces sólo llega a la mitad pues la antena que tenemos es muy chafa todavía” - comentan casi apenados los estudiantes-, Radio Amamaloya como también se le conoce la comunidad donde se ubican sus instalaciones, tiene a sus radioescuchas en los principales poblados de habla nahua, popoluca, zapoteco y chinateco de la zona.
Además de ser creación y estar operada por estudiantes que son menores de 22 años, la segunda peculiaridad de la estación radiofónica es que todos los pobladores pueden colaborar no sólo sugiriendo la programación sino convirtiéndose en conductores de sus espacios musicales e informativos.
De esta forma, amas de casa y campesinos puede acceder a los micrófonos para realizar conducciones de las barras musicales y ayudar a la difusión recados, consejos y opiniones útiles para la población rural. Claro, con previo adiestramiento de cómo manejar la mezcladora electrónica, la única computadora que poseen y el sistema de audio y micrófono.
El 25 de de febrero, La voz pura de la sierra, cumplió el primer año de transmisiones desde una improvisada cabina instalada en un pequeño cuarto prestado en la casa que alberga el Comisariado Ejidal de Amamaloya. En el techo del edificio se instaló una antena de 15 metros que destaca sobre el resto de las casitas del lugar.
La propuesta para tener un medio de comunicación alterno a las radiodifusoras comerciales, a las cadenas de televisión y a los periódicos que rara vez llegan a la sierra, fue madurada desde finales del 2006 por estudiantes de la licenciatura de Gestión Intercultural que ofrece la UVI en la denominada Región Selvas.
El tener una radiodifusora comunitaria comenzó en realidad una actividad extra-escolar, explican los estudiantes, y para ello se consultó a los pobladores de las comunidades del lugar “por donde comenzó a viajar nuestra voz, recorriendo la sierra”.
Hasta el momento, la UVI permanece al margen de la operación de la radio, y el apoyo inicial se obtuvo de la Red de Radios Comunitarias de Oaxaca y del Comité de Defensa de los Pueblos Indígenas Nahuas y Popolucas Nuntajiyi (lengua en popoluca).
El aire es de todos Pablo Ramírez Manuel, estudiante y habitante de la comunidad Amamaloya, sale al paso de los calificativos de “radio clandestina o rebelde”, como se le ha querido endilgar porque afirma que la actual Ley Federal de Radio y Televisión, permite realizar transmisiones “de prueba” mientras se obtiene el permiso o en su caso, la concesión.
Haciendo uso de esta “rendija legal”, cada treinta minutos se difunde al aire un spot que reza: “iniciando una transmisión de prueba” y así, han acumulado un año de transmisión “sin caer en la ilegalidad”.
“Sabemos que nunca nos darán un permiso ni mucho menos concesión, salen carisímos además de el gobierno federal nunca dará ese beneficio pues solo actúa en función de los intereses empresariales, no de los medios comunitarios ni populares”, acota.
Sin embargo, para los pueblos originarios, “no hay límites fronterizos en el aire- por donde corren las ondas hertzianas-, y el aire es de todos”, justifica Hilario Gómez Martínez, originario de Huazuntlan y otro de los responsables del proyecto.
En la programación de Radio Amamaloya, la cual en su mayoría es musical, destaca la barra informativa y de opinión que se transmiten de las 16 a las 18 horas de lunes a viernes.
De esta manera, se difunde un noticiero regional enlazado a las radiodifusoras de la Red de Radios Comunitarias de Oaxaca – transmitido en popoluca, nahua, zapoteco y chinanteco- y el programa El Migajón con música llamada alternativa, que va desde el rock y el jazz hasta el blues, regee, regatón y hip hop pues “los jóvenes indígenas también lo escuchamos y es un error que afirmen que no sólo preferimos la flauta y el tambor como muchos suponen”.
Resistencia contra Ley Televisa
Otro de los programas más escuchados es Todos contra el gobierno, que comenzó a transmitirse como una medida de resistencia frente al “asalto” que las grandes televisoras y cadenas de radio quisieron propiciar a los medios comunitarios con la llamada Ley Televisa En Todos contra el gobierno se documentan casos de los problemas locales como la carencia de agua potable, la deforestación, la migración, los jóvenes y la sexualidad, entre otros, pero también funciona como un espacio de reflexión, con micrófono abierto, para opinar de temas como el derecho a la información, a la comunicación y la libertad de prensa.
El objetivo es hacer que la comunidad defienda a Radio Amamaloya como medio para transmitir la voz indígena.
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