lunes, 5 de mayo de 2008

¿Quién autorizó uso del suelo a Anaversa?


¿Quién autorizó uso del suelo a Anaversa?


Fco. Javier Chaín Revuelta


El viernes en primera plana de su edición número18972 la redacción del Mundo de Córdoba informó que con entrada libre se presentaría ese mismo día a las 20 horas y en el local de la Unión Médica Cordobesa el documental “El perro que ladra a la luna” documental de Laura Jiménez Almendros, Rosario Ruiz Gitrama y Sandra Soler Peyton.
El sábado en la última página de la edición 18973 Mariana Toriz Caredo informa que integrantes de la Asociación en Defensa de los Afectados de Anaversa “se deslindaron del cortometraje que presentarían tres periodistas españolas, al considerar que a los 16 años de su lucha, ha sido politizada” “No se trata de vetarlo” “Nos asiste el derecho de proponer cuando es viable y cuando no” “es Ayuntamiento de libertades” El domingo Javier Hernández Alpízar en http://zapateando.wordpress.com informa que la Alcaldesa Monluí de Córdoba impidió presentación del video sobre el desastre ambiental de Anaversa que a pesar de muertes y enfermedades sin límite está silenciado e impune.
Ya no llama la atención la falta de libertad de expresión, ni la prepotencia, ni que alguien se deslinde de lo que ya no promueve, que se atribuya derechos y crea existan libertades; lo que llama la atención es la frecuencia con que se usa el verbo politizar, en este y en otros muchos casos, como si politizar un asunto fuera algo inadecuado, o algo que no debería de ser. Lo anterior lleva a la nota a revisar el concepto. Para un diccionario politizar es “dar orientación o contenido político a acciones, pensamientos, etc.” o también “Inculcar a alguien una formación o conciencia política” Pero si política es la “Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo.” Queda claro que cualquiera que intervenga en un asunto público, por ese sólo hecho, está politizando el asunto.
Queda claro también que esta nota se escribe con “conciencia política”, es decir, con conciencia de que está interviniendo con una opinión en un asunto público como es discutir el uso de la palabra “politizar” u observar que la tragedia de Anaversa por ser asunto publico importante, de la polis, es tan asunto político que se tiene por necesidad que politizar, tan es así, que las personas que encabezaron las denuncias y gravedad de ésta catástrofe –aun impune- ellas mismas se politizaron, es decir, “Se inculcaron una formación o conciencia política” que las llevó a puestos tan altos de representación popular como una diputación, es decir tomaron por profesión la política, con las lógicas y pésimas consecuencias, como aquella sabiduría popular que bien identifica a los políticos profesionales: “Los únicos que odian la política son los políticos”
Narra Glafy, madre de un niño de once años víctima del siniestro de Anaversa “Yo le di un limón (3/May/91) para que lo chupara a fin de que mejorara y se le quitaran el mareo y la náusea. A partir de ese día, Iván dejo de comer bien, fue perdiendo el apetito y empezó con vómitos y diarreas. Así se enfermó de una y otra cosa, tuvo gastritis, después le dio anemia, le dio lupus, tifoidea, se enfermó de los riñones, de la médula ósea y después le dio un derrame cerebral. Mi hijo murió a los 14 años, el 2 de mayo de 1994. Yo calculo que gastamos como 250 mil pesos. Mi marido se endeudó y hemos tardado más de seis años en pagar las deudas. Ahora no tenemos ni niño, ni casa, ni dinero” Los políticos lamentan la inconciencia de este Iván, como se atrevió a morirse, por su causa y la de otros inoportunos muertos ya se politizó el asunto, y para acabarla de amolar se muere cuando estamos en campaña ¡Que horror! fjchain@hotmail.com

OLVIDANDO EL OLVIDO ME DA HUEVA

Regina Martínez
http://proceso.com.mx/noticia.html?sec=7&nta=52894&nsec=Cultura+y+Espect%E1culos
Jalapa, Ver., 6 de agosto (apro).- La proyección del documental El perro que ladra a la luna, que recoge testimonios sobre los efectos causados por la explosión de la empresa Agricultura Nacional de Veracruz SA (Anaversa) –ocurrida hace 16 años–, fue prohibida por la alcaldesa de Córdoba, la priista Yolanda Monlui Fernández.
Las autoras del documental fueron amenazadas por la edil con ser expulsadas del país y deportadas a España. Sin embargo, las estudiantes Sandra Soler y Charo Ruiz ya contaban con el permiso para difundir su trabajo en Córdoba, lugar donde ocurrió la tragedia un 3 de mayo de 1991.
La explosión de la planta de Anaversa –en que se procesaban agroquímicos y plaguicidas– ha sido considerada como el tercer desastre ambiental de su tipo en el mundo, y los daños causados a la salud y a la ecología de la zona permanecen sin castigo después de 16 años de la tragedia.
Finalmente el documental se trasmitió en el auditorio de Radio Universidad, en Jalapa, en que las autoras expusieron los motivos que las llevaron a realizar este estudio.
Las estudiantes de comunicación de la Universidad Complutense de Madrid dijeron que tiempo atrás laboraron en un periódico local de Córdoba, en el que realizaron trabajos sobre el caso de Anaversa, y ahí les surgió la idea de hacer un documental con testimonios de los afectados y entrevistas con especialistas.
A pesar de las fallas técnicas para trasmitir el video, en el documental se observan los testimonios de afectados sobrevivientes a las secuelas de cáncer y diversas enfermedades que mataron a decenas de personas y ocasionaron malformaciones genéticas en niños que nacieron después de 1991.
En la explosión de la planta se esparcieron al medio ambiente alrededor de 50 sustancias tóxicas diferentes, cuando la empresa sólo tenía permiso para producir cinco de los 20 productos que Anaversa comercializaba, cuya propiedad se adjudicó a Carlos Hank González, padre del derrotado candidato del PRI al gobierno de Baja California, Jorge Hank Rhon.
Así mismo se recogen entrevistas con especialistas como Lilia Albert y Fernando Bejarano, lo mismo que de habitantes de Córdoba que recuerdan el horror de la nube tóxica y sus efectos, las cadenas de muertes que se fueron dando, especialmente en 1994, así como la complicidad de las autoridades, que encubrieron todo.
En las imágenes se observa la impotencia de un joven que le hace decir que los mataron como al perro que ladra a la luna. Sin respuesta al crimen al que la población quedó expuesta tras la liberación de dioxinas, resultado de la combustión de organoclorados (OC) y otras sustancias.
Cabe recordar que en el mundo se han registrado tres accidentes de esta naturaleza, uno en Italia y otro en la India, en los que se produjeron cientos de víctimas, sin embargo, en México, oficialmente no hubo una sola persona afectada, se denuncia en el documental.
Uno de los entrevistados refiere que los bomberos carecían de equipos adecuados para este tipo de emergencias y luego del accidente no se realizó la limpieza adecuada, ni siquiera del agua que este cuerpo de auxilio arrojó para apagar la conflagración, recurso que finalmente fue a parar a los arroyos.
Después del accidente, ni la Secretaría de Salud ni la de Ecología y Desarrollo Urbano –a cargo en ese entonces del exgobernador Patricio Chirinos Calero—ofrecieron información sobre los riesgos derivados por la exposición a los tóxicos.
Lilia Albert detalla que las dioxinas se acumulan en tejido grasos, por lo cual entran en la cadena alimenticia, en carne y pescados. Las toxinas tienen probados efectos mutagénicos y alguno de los entrevistados habla de niños que nacieron sin manos o también con anancefalia.
Por su lado, Joaquín Madrid, especialista del Consejo Estatal de Hortalizas en Veracruz AC, comenta que Anaversa sigue siendo la primera empresa en venta de agroquímicos, incluido el DDT, y un total de 24 productos prohibidos que siguen causando daños severos a los campesinos de la región.
Pese a que Anaversa salió de Córdoba, se destaca en el documental, el terreno sobre el que se asentaba la empresa nunca fue limpiado y que ésta sigue operando en distintos puntos del país, entre otros, Estado de México y San Luis Potosí.
“A pesar que había gente que ‘vomitaba verde’ y tenía tumores o afecciones de la piel, llagas que cerraban y luego se volvían a abrir, no hubo ninguna sanción contra la empresa”, señaló la presidenta de la asociación de víctimas de Anaversa, Rosalinda Huerta.
En su momento, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación en la que adjudicó responsabilidades a los titulares en Salud y al del Ecología, pero no pasó nada, e incluso desapareció el dinero que el gobierno federal destinó a un fideicomiso para atender a las víctimas.

EL PÁJARO CARPINTERO


EL PÁJARO CARPINTERO

Laura Salamanca


Aquel enorme campo que me parecía, cuando yo era niña, y donde jugábamos tardes enteras, corriendo por entre el camino, ocultándonos entre los sembradíos, cuando estaban altas las matas de tomates, las de habas, y de las que nos hartábamos, aprovechando que las sombras del ocaso nos mantenía ocultas… aquel campo ya no existe. Hoy es una autopista elevada por donde transitan coches a toda velocidad. A veces todavía, por si fuera poco la destrucción de la Tierra donde crecí, hay accidentes de tráfico que siguen lastimando. Una vez, incluso, un vehículo cayó a donde antes había sembradíos, que utilizábamos como escondite en nuestros juegos de niños.
Hoy mis hijas no saben nada de esos campos. Hoy solo hay asfalto. Tampoco hay árboles. Aquellos en los que de niña, nos colgábamos, trepábamos, y nos hartaban de higos, de moras, de cerezas… acabábamos con la boca morada y la ropa hecha cisco. Esos gruesos árboles que durante cientos de años dieron fruta, hoy están enterrados bajo una carretera. Aquel lugar fresco, lleno de legumbres y verduras que robábamos para que en casa hubiese ensalada cuando el dinero escaseaba, ya no existe. Hoy es un erial con edificios de cemento.
Hace unos años, un árbol viejo, hueco, donde una familia de tucanes tenía su casa, cayó sobre la tapia del patio de la casa. Aquel árbol cayó porque estaba reseco por la contaminación, y porque sus raíces no podían mantenerlo bajo el cemento. Había muerto hacía tiempo, pero aún así, proporcionaba un hogar a los animales que poco a poco vamos exterminando con nuestro comportamiento. Hoy, al salir de casa, vi a un pájaro carpintero golpeando. No golpeaba un árbol, que hubiese sido lo lógico. Ya no quedan árboles que agujerear para hacerse el nido. Golpeaba una columna de cemento de una casa en construcción. Tenía forma de árbol, textura parecida a la de un árbol muerto, pero era cemento. Ya no hay árboles en este lugar. El pájaro carpintero está confundido. Ha picado repetidamente, pero solo caen pedazos de cemento

AGUJEROS NEGROS SIN PELOS


Agujeros negros sin pelos


Francisco Javier Chaín Revuelta

El 13 de abril del año 2008 una comunidad fanatizada realizó una peregrinación con cohetes encabezada por dos líderes religiosos de postín y pederastas, que se dedican a cobrar limosnas a sus “ovejas” con el truco de una vieja e inútil tradición romana de entender el mundo con rezos y crucificando dioses. Sin duda alguna una peregrinación de este talante es una grosera manera de desperdiciar los cohetes.

En 1971, durante el banquete de clausura de la conferencia internacional sobre Física Fundamental celebrada en Copenhague, el físico teórico John Wheeler, aprovechando la coincidencia con su sexagésimo cumpleaños encendió un rollote de cohetes detrás de su silla, provocando el caos entre todos comensales. Como bien reconocería en una conferencia universitaria al pronunciar una de sus más celebres frases, «¿De qué sirve un descubrimiento si no se puede celebrar con cohetes?».

En el 2001, con 91 años y acompañado de un by-pass, seguía siendo profesor emérito de física en las universidades de Princeton y Texas aunque reconocía, sin perder nada de su espíritu joven, que su tiempo sobre la Tierra era ya muy limitado para poder resolver el formidable interrogante de la creación, ¿Por qué la materia?, ¿Por qué el universo?, ¿Por qué nosotros?. En palabras de Max Tegmark, cosmólogo de la Universidad de Pensilvania, «La creatividad de Wheeler, hizo que la física volviese a ser divertida», y más si ésta va acompañada, claro que sí, de echar cohetes.

John Archibald Wheeler murió el 13 de abril de 2008 en el esfuerzo de explicarse el universo (los inútiles, para no pensar, dicen que dios hizo todo y satisfechos se dedican sólo a fornicar) Nacido el 9 de julio de 1911 en Jacksonville (Florida) a sus 21 años ya obtuvo el doctorado en física por la Universidad Johns Hopkins. A los 24 años, después de contraer matrimonio, embarcó a Copenhague y de la mano de Niels Bohr se inició en el mundo cuántico para desafiar y entender esas leyes subatómicas que gobiernan las partículas que configuran todo inicio de materia, con todas sus paradojas y su principio de incertidumbre. Junto con Bohr también desarrolló la teoría de la fisión nuclear. En 1951, Wheeler se involucró en el Proyecto Manhattan donde con Edward Teller consiguen la primera simulación por ordenador de la explosión de la superbomba de hidrógeno. Tras regresar, en 1958 al mundo académico, rejuveneció la teoría de otro maestro de Princeton, la relatividad general de Einstein y donde el ingenio de Wheeler la sintetizó diciendo: «El espacio dice a la materia como debe moverse; la materia con su gravedad dice al espacio como debe curvarse, deformarse». Pero, hasta su muerte, estuvo buscando ese confuso matrimonio entre lo cuántico y la gravitación (la relatividad general).

En 1960, Wheeler se convertiría en el líder defensor de las estrellas oscuras colapsadas por efecto gravitatorio (agujeros negros). Sobre sus ecuaciones sostenía, “... hay un modelo estelar para estrellas masivas de vida corta que al final de su ciclo energético aún conservan una masa residual superior a 2,2 masas solares y en donde las reacciones nucleares de fusión, ya muy agotadas, son incapaces de sostener las capas externas de la estrella. Rompiéndose el equilibrio entre la presión de la radiación y la gravedad. La contracción gravitatoria vence y toda esta masa estelar, irremisiblemente, se derrumba implosionando hacia su centro, formando la denominada singularidad, donde la densidad y la curvatura espacio-tiempo son infinitamente intensas. Allí, la enorme gravedad desplaza la luz cada vez más hacia el rojo, se hace más oscura milisegundo a milisegundo, y en menos de un segundo es demasiado oscura para ser vista”. En octubre de 1967, durante una conferencia sobre púlsares en Nueva York, Wheeler apodó a esta agonía estelar como agujero negro. Pero fue en 1969 cuando armó el gran revuelo con su peculiar lenguaje descriptivo y metafórico, ocasionándole severas criticas por parte de los editores de revistas científicas como el Physical Review, al teorizar que un agujero negro no tiene pelo. Es decir, que desde el horizonte, o esfera imaginaria que envuelve y delimita el agujero negro, no puede sobresalir ni manifestarse ninguna propiedad magnética ni material, como tampoco, radiar cualquier información que proceda de su interior. Para la mayoría de los colegas de Wheeler resultaba difícil creer que este hombre de espíritu conservador, comedido y de cortesía inagotable fuera consciente de la interpretación lasciva y obscena de su frase. Aun así, ésta atrevida frase, poco a poco fue adoptada por la comunidad científica. Tal vez, como dijo su alumno y premio Nobel, Richard Feynman, «Algunos piensan que Wheeler se ha vuelto loco en los últimos años, pero lo cierto es que siempre ha estado loco».

EL VOLADOR DEL TOTONACAPAN


Para volar... pinche usted...aqui:
http://perso.wanadoo.es/elvolador

PALABRAS MÁGICAS


Palabras mágicas

Juan Carlos Plata

Cuando uno platica no explica para que le entiendan, sino para tratar de entenderse a sí mismo, y no es fácil, uno tiene que pelearse consigo mismo hasta para levantarse de la cama, cuanto y mas para poner en orden sus ideas.
Tengo 38 años, estudié Periodismo y me he divorciado tres veces, cómo chingaos no voy a tener motivos para discutir conmigo mismo.
Según encuestas, en 60 por ciento de los divorcios que se dan en el Distrito Federal, uno de los involucrados tiene algo que ver con el periodismo, es reportero (a), o redactor (a), o jefe (a) de información. No vivo en el DF, pero quien soy yo para desmentir a las encuestas.
De otro lado del vaso con de Jack Daniel’s y de la mesa, sentado en una silla de Corona, viéndome con cara de aburrimiento, está el Calleja, compañero de generación de la facultad, hace 14 años ya. Si fuéramos personajes de cómic, tendríamos que estar partiéndonos la madre o departiendo alegremente con chiquillas tetonas y culonas, esperando que el teléfono rojo sonara y nos llamaran para atrapar a un malandrín. Dejémoslo en que somos diferentes.
El Calleja no terminó la carrera, no se ha casado ni en una kermesse (por lo tanto no se ha divorciado ni una sola vez) y está en el periodismo porque, según lo explicó en medio de un ensordecedor ruido de algún table dance, le da güeva trabajar de gente decente.
-Tu problema, mi querido Saltamontes, es que eres un excelente bateador, tienen mil de porcentaje, de 3-3; vieja con la que te enredas, vieja con la que terminas a los madrazos –dijo Calleja apoyando la barbilla en la mano, lo que le deforma la cara y le ladea los lentes, con lo que es difícil tomar en serio sus palabras-, tu problema es puramente amatorio, ¿no será que tienes ganas de arrancarle un pezón a mordidas a una vieja y no te atreves y eso te causa un trauma que no te deja conseguir trabajo?
Sonríe el pinche Calleja y le da un trago a su vaso de whiskey.
-No mames, no es eso. Es un problema del angst –digo y mi compañero deja salir una escandalosa carcajada que me baña la cara de licor y saliva-.
-Chinga tu madre, es la primera vez que alguien me dice una palabra en alemán para justificar su pendejez con las mujeres y su incapacidad para conseguir trabajo.
-¡Oh, chinga!, que no se trata de mujeres, se trata de tener un pinche vacío aquí, en medio del estómago y los demás órganos.
-Pos come, güey, sufres porque quieres, en el refri hay para hacerse sándwiches.
-Por Dios que eres pendejo, pinche Calleja. No sé por qué chingaos te cuento estas cosas a ti –digo indignado, me levanto y camino hasta el refrigerador, una invitación como esa, por más que esté fuera de lugar, no se puede desaprovechar-.
-Porque soy el único que escucha tus mamadas, porque tus tres mujeres te mandaron a la chingada, porque yo mañana no me levanto sintiendo rencor hacia ti por tus discursitos de problemas que no existen mas que en tu cabeza, mi rey. Por eso me los cuentas a mí.
-Puta madre, tienes razón.
De regreso a la mesa, sándwich de jamón con queso en mano y la boca llena, vuelvo a la carga.
-No es por la viejas, ya me han dejado tres, no me extraña ni me entristece; no es por el desempleo, no sé gracias a quien, pero he sobrevivido, es más bien la cosquilla de que debo estar haciendo algo mal.
-Deja que estés haciendo algo mal, más bien no estás haciendo ni madres –contestó Calleja, devolviéndome de bote-pronto mi argumento.
-Se me hace que voy a dar clases.
-La venganza no es el camino, my dear. No le hagas a otros lo que algún hijo de la chingada ya te hizo a ti.
-No, eso sí es estrictamente laboral.
-¡Ah cabrón!, pensé que hablábamos del angst, mamón.
-Por cierto, hablando de dar clases, el otro día me encontré a Verónica, ¿cómo se apellida? Suárez, Verónica Suárez. ¿Te acuerdas de ella?, muy amiga de Carmen Díaz.
-Cómo no, bonitos ojos, mejores tetas.
-Ah, pos ella fue la que me dijo que se podía dar clases en la facultad, ella trabaja ahí.
-¿Te dio su teléfono?
-Sí.
-Háblale, dile que venga.
-No mames, son las 3 de la mañana, estamos ebrios.
-Háblale y que se traiga una amiga.
-No cabrón, no le voy a hablar.
-Ora, chance y te divorcias otra vez.
Palabras mágicas, dos minutos después estaba marcando el número que me había dado Verónica Suárez.
-Bueno, ¿Verónica?
-¿Sí?, ¿quién habla? –del otro lado de la línea se escuchaba una voz de mujer que no se podía precisar si estaba dormida o medio ebria.
-Habla Raúl Vera, ¿te acuerdas de mí?
-¡Ah, Raúl!, ¿te parece si me hablas mañana?
-No te voy a quitar mucho tiempo, nomás quería decirte que desde hace mucho tiempo sueño que te arranco un pezón a mordidas.

La mejor banda de rock del mundo



La Mejor Banda de Rock del Mundo o
Cuando la cafeína te entra: Café Tacvba

Manuel García Estrada

La dominación anglosajona del mundo del rock era desde su nacimiento lo natural, quizás hayan habido bandas importantes provenientes de América del Sur o de Asia, pero jamás la fascinación de los que hablan inglés se había dado para una agrupación hispana que para colmo no viene de las grandes corrientes del sub continente, sino del vecino incómodo, del exportador de espaldasgrasientas , de México.

El grupo chilango “Café Tacuba”, quien tomó el nombre del legendario café de ciudad de México, viene del Estado de México, en su parte conurbada con DF y que fue creada en la naciente década de los 60, Ciudad Satélite.

El entorno de los tacubos es de clases medias y medias altas, todo urbanizado con orden y limpieza, camellones perfectos, parques arbolados, gente bien con mucho gringo style, gente que no veía sólo hacía lo nativo sino a lo global. El área alberga al centro comercial más famoso de la ciudad y que recibe a un millón de visitantes al día. Hay franquicias, buenos restoranes, cultura de cine de masas. Es quizás todo ese conglomerado global lo que estimuló a los extraños amantes de rarotonga a que desde el principio de su carrera nos mostraran a un México universal e identificable para el resto de los habitantes del orbe.

Desde su vídeo “María” en donde la revolucionaria actriz Ofelia Medina aparece dejaron en claro que la mexicanidad de ellos corre por las venas traduciéndose en tendencia para el mundo. Su arduo trabajo, su apertura a lo distinto, su raíz vista desde afuera es sustancial para su sonido. No es extraño verles asistiendo a conciertos de artistas de otras regiones como cuando me los topé en un concierto de The Pet Shop Boys en el Auditorio Nacional.

En estas semanas el periódico de mayor influencia en la capital del mundo, y que es luz de faro ideológico y cultural mundial, The New York Times, hizo una importante declaración sobre Café Tacuba. Los ha denominado como “la mejor banda de rock de América Latina y para algunos oídos de distintos países son la mejor banda de rock del mundo”. Con esto la carrera de los muchachos de Satélite llegarían al Monte Olimpo de las leyendas musicales universales, están pues ya abriendo la puerta del salón de la calidad musical que es capaz de generar transformaciones culturales globales como The Rolling Stones y de influencia rítmica como The Beatles.

Si el siglo XX fue para Inglaterra el siglo XXI será para México. Creo que es hora de que los mexicanos entremos de lleno a las ligas mayores y aceptemos y asumamos que nuestra cultura es de las cinco más determinantes de la Humanidad en su proceso de crecimiento y desarrollo… a menos que queramos seguir sintiéndonos la última cucaracha del original café Tacuba del centro de la ciudad de México. Yo prefiero ser de los aman a los músicos del Café y no a los insectos.