domingo, 11 de mayo de 2008

Los besos que no nos dimos


Los besos que no nos dimos

Escaso eco de la 'besada saludable colectiva' organizada por un congreso médico para llamar la atención sobre los beneficios de las carantoñas

IDEAL/GRANDES MONTAÑAS Y AGENCIAS /


Parejas que acudieron a besarse en la plaza Bib-Rambla. /LUCÍA RIVAS


LA 'besada colectiva' organizada por el III Congreso Andaluz de la Sociedad Española de Atención Primaria (Semergen) con la que se trataba de llamar la atención a la población sobre los beneficios del beso, tuvo escasa repercusión ya que a la misma sólo sumaron unos pocos granadinos y algunos turistas y transeúntes. La culpa del poco eco de la convocatoria pudo ser por la timidez, la pereza, las condiciones meteorológicas o simplemente el desconocimiento de dicha iniciativas, prevista para la una de la tarde en la plaza de Bib-Rambla. Quizá los granadinos, que no se han animado a secundar masivamente esta cita a favor del ósculo, no sabían que con cada beso se consumen doce calorías y se mueven hasta 36 músculos del rostro, como han puesto de manifiesto en el citado congreso. La química del amorPrecisamente, los organizadores de esta cita, que ha reunido en Granada a más de cuatrocientos médicos en los tres últimos días, habían organizado una 'besada' pública para intentar promover de forma lúdica los beneficios del beso en la salud de quien lo practica. Y es que, como ha manifestado el psiquiatra Jesús de la Gándara, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital General Yagüe de Burgos, este tipo de carantoñas tiene unos 'efectos' que van más allá de los meramente relacionados con los sentimientos, el afecto o la relación social. Este experto, que pronunció la conferencia 'La química del amor y el lenguaje del beso', considera que «algo ha de tener esa mínima parte de piel especializada -la de nuestro labios- si le hemos confiado buena parte de nuestra relación con los demás».El psiquiatra, que ha rebuscado en la ponencia de clausura del congreso en los entresijos, la fisiología y las condiciones sociales, etológicas y antropológicas del beso, enfatiza sobre las consecuencias saludables de este acto de comunicación, según han informado los organizadores. «No se trata de analizar esta peculiar conducta humana con la frialdad marmórea de las estadísticas, pero tampoco con la ligereza insustancial de ciertos manuales de 'bricolaje' del beso», comenta De la Gándara, quien cree que casi todos los días y casi todas las personas besamos, aunque casi nunca pensamos en sus «motivos, maneras y consecuencias».Al besar, además de consumir doce calorías y mover 36 músculos de la cara, en el cerebro se activan una serie de zonas y también se ponen en marcha tres hormonas, la oxitocina, la dopamina y la endorfina.DoloresEstas reacciones pueden ayudar a calmar dolores físicos actuando como analgésicos naturales, sostiene por su parte el presidente del Congreso, el doctor Juan Sergio Fernández, quien ha aclarado que los médicos promulgan el beso entre personas 'sanas', ya que besar también puede derivar en enfermedades, al igual que toser o respirar.En concreto, la conocida 'enfermedad del beso' se transmite por vía respiratoria, como puede ocurrir con la gripe o la tuberculosis, aunque a quien le puso esa otra denominación a la mononucleosis infecciosa «le pareciera un nombre bonito y llamativo». Sea como fuere, y aunque no parecen ser pocos los efectos positivos del beso, no han sido muchos los granadinos y turistas que se animaron en la Plaza Bib-Rambla la primera besada saludable que se convoca en España, aunque seguramente otros muchos no habrán necesitado de esta cita pública para disfrutar de sus beneficios. Otra vez será.

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