viernes, 9 de mayo de 2008

DEL RITUAL AL ESPECTÁCULO (II)

GESTAS Y GESTOS

Por Zenón Ramírez García

DEL RITUAL AL ESPECTÁCULO (II)

El Patrimonio Inmaterial se pierde.
A partir de la segunda mitad del Siglo XX, los indígenas totonacos cayeron en la cuenta que sus ritos tenían por lo menos dos valores: el de estar bien con los dueños de la vida y de la tierra, y recibir un pago por realizar sus ceremonias. Circunstancia que les permitió obtener recursos económicos, viajar a tierras lejanas y conocer otras culturas y lenguas.
Domingo Villanueva De la Cruz, maestro volador (Maqalhtawaqana Qosni) retirado -a quien en El Escolín, Papantla, Ver. le rinden homenaje-, siendo aún niño, se inició en el rito y pronto, por su arrojo para bailar en la manzana (tíbuli) colocada en la punta del palo volador (Sakat Kiwi), como por su magistral modo de interpretar los sones rituales al ritmo del tamborcito (tam tam) con su flauta de carrizo (liskol), se hizo maestro y con su grupo, fue contratado para actuar en ferias y festivales.
Más de veinte temporadas en el extranjero le permitieron gratas vivencias. Con los ojos casi cerrados al sonreír, su diente de oro brillando, con el corazón rejuvenecido por los recuerdos, murmura: “mmmta kumpali, muchachas bonitas nos saludaban, nos hablaban sin entenderles, nos pedían foto con ellas…”, “como ves kumpali… aprendí a hablar inglés allá”.
En la casa grande destaca su altar, largo, lleno de santos, con el Niño Dios al centro; se acerca, se persigna con fe, reza en murmullo, da vuelta y nos dice “hay que estar bien con diosito, por que si no, nos va mal en la volada”. Firme en la síntesis de sus creencias, mostró con orgullo sus ritos ancestrales, mientras empresarios ganaban con su espectáculo. Nadie se preocupó entonces por darle un seguro de vida y seguridad social, ni ahora con los danzantes actuales.
Apenas estábamos disfrutando la declaración atribuida al Dr. Luis Manuel Tiburcio, Representante y Director de la UNESCO en México (Dic. 2007), que veía "con buenos ojos" que el rito totonaco de los "Voladores de Papantla" también conocido como la "Danza de los Pájaros", podría ser declarado a finales de este año 2008 Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, cuando aparece publicada la declaración de Federico Serrano Díaz, Director de Difusión de conocido circo, de que podrían incluir el “espectáculo” de los Voladores en la conmemoración de sus más de 100 años, que causó revuelo entre los defensores de los rituales étnicos.
En nuestro país el INAH tiene por Ley entre sus objetivos “la conservación y restauración del patrimonio cultural arqueológico e histórico”, pero hasta ahora no informa de su actividad por frenar este fenómeno cultural. Mientras tanto, los tiempos cambian y las creencias también.
Comentarios a gestasygestos@yahoo.com.mx

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