lunes, 12 de mayo de 2008

EL CURA ALFREDO JIMÉNEZ ACUSA DE VIOLACIÓN A UN SACERDOTE; RENUNCIA A IGLESIA

Mayo 12, 2008 12:29am

GRAVES ACUSACIONES VS DIÓCESIS DE CÓRDOBA; SE DESPIDE CURA DE TETELCINGO ANTE CIENTOS DE FELIGRESES

HUGO MORALES ALEJO / Coscomatepec, Ver.- Mas de mil feligreses bajaron de la parte alta del municipio, de San José Tetelcingo, a la cabecera municipal, en procesión, marchando hasta el campo Huatusquito del lugar, donde el presbítero Abel Jiménez Hernández pronunció graves acusaciones en contra del clero regional, considerando su retiro de la parroquia de San José Teltelcingo como injusto.
La cita era a las 10 de la mañana, en el campo mencionado, ante un calor insoportable, contrario al clima frío que generalmente prevalece en esta parte montañosa, unos 150 feligreses llagaron primero, llegando más tarde cientos de ellos en peregrinación, habiendo pasado frente a la parroquia de la cabecera, en el camino a la reunión, con consignas como “Queremos que el Obispo nos escuche”, “Si queremos justicia en el cielo comencemos en la tierra”, “Pedimos otra oportunidad, Señor Obispo”. Ya en el lugar entonaron un cántico carismático, “Quisiera ser como un grano de mostaza, le pediría al padre Alfredo que se quede, que se quede que se quede que se quede…”
A las 12:40 el presbítero rebelde, Alfredo Jiménez Hernández, comenzó un discurso que conmocionó por su profundidad, haciendo cada vez mayor el silencio que era interrumpido solamente por lloriqueos de niños que se quemaban al sol.
Comenzó criticando que el Obispo haya evidenciado públicamente su nombre y el de un ex seminarista y un ex presbítero, cuando los cánones manifiestas que se debe evitar siempre la difamación de las personas.
Mencionó que nunca recibió un ex seminarista para oficiar misa ni a un ex sacerdote, sino que el primero fue para apoyarlo de forma laica y el sacerdote está ordenado oficialmente, además de tener actualidad su presbiterio en Orange, en Estados Unidos.
Por lo que no concibió como grave su asunto. Pero sentenció que existen otros asuntos más graves dentro del clero regional, y comenzó a señalarlos, lo que hacía que los feligreses quedaran estupefactos ante ello.
Señaló casos del presbítero Genaro Sánchez Amador, de la iglesia de Coscomatepec es un alcohólico, que tiene mujer e hijos en Río Blanco y Córdoba, todo ello del conocimiento del Obispo y del Vicario Javier Rodríguez que encubren estos casos y otros como el del presbítero de Chocamán, Benito Olivares, que tiene una supuesta tía que en realidad es su mujer. El caso del presbítero Julián Verónica, de Amatlán, acusado de haber violado a un seminarista; el de un cura que hizo abortar dos veces a una de sus mujeres y que esto es pecado mortal, la historia del Padre Decano y sus romances con un presbítero de Xalapa. Esto entre más acusaciones que vertió, contra el Obispo, que ha pecado por Omisión.
Acusó al obispo trató con soberbia a la comisión de católicos de Tetelcingo que trataron dialogar con su persona para pedirle otra oportunidad.
Finalmente acusó al mismo jerarca de haber desaparecido millonarias fortunas de la Diócesis, como el Millón d espesos que entregó una familia de Cuitláhuac para el seminario y que no existe en los archivos contables de la Diócesis.
Leyó en voz alta una carta donde se relata el caso de un joven que responde al nombre de Alejandro, quien fue violado por el presbítero Julián Verónica y dos seminaristas más, de nombre Enrique Morales Prado y José Domingo Valerio, siendo uno se los caso protegidos por el obispo, porque aún así recibieron el diaconado de manos de Eduardo Patiño Leal que sabía de esta situación.
Helkín Enríquez es el nombre de otro seminarista que fue premiado con una especialidad en Roma, luego de haber tenido una relación estrecha con uno de estos seminaristas acusados de sodomía, Enrique Morales.
Finalmente manifestó que él solamente atendía 29 congregaciones, yendo ante casos de enfermos con llagas en la piel, en pisos y casas miserables, por lo que no se arrepiente de haber solicitado ayuda al gobierno del estado para la gente, que es la acusación que le hiciera el Obispo que politizó su presencia en la sierra, cuando en Coscomatepec hay para una sola iglesia tres curas.
Criticó que el jerarca católico llegue en camioneta de aire acondicionado a su oficina y suba por su elevador privado a la parte alta del obispado, comiendo las mejores viandas, mientras que la gente no tenga siquiera nada para comer y cuando se trate de ayudarla con recursos del gobierno se le castigue retirándolo de la parroquia.
Cuando terminó su discurso, donde aceptó que el próximo sábado dejará la parroquia, porque finalmente, acepta que el Obispo manda, recibió abrazos de los feligreses, que lloraban y le daban ánimos, comentando párrafos de la Biblia, donde a Jesucristo le hicieron lo mismo, o decían, “si a Cristo lo traicionaron y soportó esto, usted puede soportarlo padre, oraremos por usted siempre”. Hombres mujeres y niños, con pies descalzos, o zapatos de hule, curtidos de la piel, que compartieron todo el día tortillas enrolladas sin nada dentro, ni sal, lloraron abrazados al cura rebelde, el que negoció con Fidel Herrera alguna vez por teléfono apoyos para estas comunidades, obteniendo el recelo de la jerarquía católica.
NOTA DEL REPORTERO: Esta carta fue leída por el cura rebelde, Alfredo Jiménez Hernández en su despedida pública de la iglesia de Tetelcingo este domingo, ante cientos de feligreses, en Coscomatepec, en este documento extraído de los archivos clericales, se relata la felación del cura de Amatlán, Julián Verónica, y dos seminaristas con un joven seminarista, caso que el Obispo Eduardo Patiño Leal ha protegido, según el declarante…
PRIMERO LA CARTA…


AHORA EL DISCURSO…

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