lunes, 26 de mayo de 2008

¡AY!, SR. CALDERÓN




¡AY!, SR. CALDERÓN





Laura Fdez-Montesinos Salamanca





Las predicciones sobre la hambruna mundial que produciría el cultivo de alimentos para biocombustibles, empieza a cumplirse. Demasiado pronto, por desgracia. Sin embargo, los depredadores políticos de este país parecen querer hacer negocio, una vez más, de la desgracia que se cierne sobre la mayoría población, pero que será especialmente cruenta en la población más desfavorecida, como siempre.



No bastó con la subida del alimento básico del estamento humilde: la tortilla, después el combustible, que ha puesto por las nubes TODOS los productos, desde los básicos hasta los que no lo son, y el colmo es el suceso mundial acaparador. Ahora resulta que estos señores, tan listos ellos, se están dedicando a guardar cualquier cantidad de alimentos, especialmente los que producen los países más poblados del planeta como India y China, y que abastecen de arroz, principalmente, al resto del mundo. Ellos, es decir, estos dos países superpoblados, como medida preventiva, han cerrado las fronteras a la exportación de este cereal, lo cual provocará, no solo la estrepitosa subida que ya estamos sufriendo, sino una escasez de aquí a unos pocos meses. Pero preocupa más alimentar a su propia población, que seguir recibiendo los cuartos que les dejan las exportaciones. Y hacen bien.



No sucede así en México. El Sr. Calderón quiere actuar una vez más como el Llanero Solitario, gritando como él: ¡No permitiremos que los más desfavorecidos se vean afectados!, con el mismo énfasis, pero sin sustento, ni planes de reserva, ni soluciones congruentes. Ese mismo grito, que ya parece su tarjeta de visita, como el de Tarzán, no va a engañar al pueblo, que ya está hastiado de mentiras, y de problemas que quedan sin resolver, sin siquiera un plan que mejore sustancialmente la de por sí paupérrima vida con que subsisten 50 millones de seres totalmente abandonados a su mísera suerte. Pero ni siquiera eso les tienta el corazón. Mucho menos el bolsillo.



El Sr. Calderón insiste sin pudor alguno, en que los aranceles para los alimentos extranjeros, serán eliminados, así dice él, entrarán más. Mientras, los impuestos en el interior, suben y suben, hasta el punto de impedir el desarrollo de la libre pequeña empresa y el aumento de la ilegalidad, no por pirataje, sino por no quedar más remedio.



El Sr. Calderón parece no tener asesores competentes, porque saldría mucho más barato, incluso ahora, cuando el campo mexicano está completamente abandonado, gestionar ayudas e impulsar el desarrollo de la producción a gran escala de maíz, sorgo, fríjol, y sobre todo arroz. Tal y como se hizo antaño, hace unos 70 años, antes de que el PRI se llamara PRI, y echara a perder al país. México, si el Sr. Calderón tuviese un poco de luz en su tenebroso cerebro, y otro poquito de voluntad, podría empezar a producir alimentos que nos salvaran del desastre que se avecina, y dejaría de comprar granos al exterior, por los que no solo tenemos que pagar, sino que además, entrarán gratis, (como si alguna vez hubiesen pagado impuestos)… ¡Perdón!, olvidaba que ese es el negocio con los gringos: echar a perder el campo mexicano, importar productos estadounidenses, y cobrarles un mínimo arancel por entrar, mientras se pagan exorbitantes cantidades por consumirlos. ¿A quién se creen que siguen engañando? Vamos, lo mismo que han hecho siempre, y lo mismo que pretenden hacer con el petróleo. Y después… ¿A quién venderán?... porque en México son sagradas las Lupitas, porque llevan el nombre de la Virgen, y también las madrecitas. ¿O ya no?



laurafdez27@hotmail.com

No hay comentarios: